ASOMÁNDOSE A LA CALLE. DE LOS BENÉFICOS TALLERES DEDICADOS A LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TEPITO),

ASOMÁNDOSE A LA CALLE. DE LOS BENÉFICOS TALLERES DEDICADOS A LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TEPITO),
ASOMÁNDOSE A LA CALLE. DE LOS BENÉFICOS TALLERES DEDICADOS A LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TEPITO.

Narrar y fotografíar

NARRAR Y FOTOGRAFIAR

para Cuauhtémoc García Arteaga, por su gran amistad.


Si me es posible comunicar, la palabra escrita y la imagen fotográfica me son vitales para lograrlo. Por ello, y por el intimo placer (egoísta, tal vez) que me produce hacer fotografía y cuento literario, abro este blog que me permitirá comunicarme y compartir estas vocaciones con familiares, amigos y, quizás, con algunos desconocidos que por curiosidad o por descuido entren en él.


Mi tema, inevitable para mí, es la ciudad y, en lo personal, mi barrio entrañable, que me ha llevado a realizar largos viajar sin abandonar mi habitación y, con ello, rondar entre sus calles y su arquitectura desmoronada y desteñida, vislumbrar sus entrañas, adentrarme en sus noches y sus amaneceres, en sus días opacos, umbríos y, en ocasiones, radiantes, aunque, muchas veces, éstos otorgan pocas esperanzas para esos seres escondidos, parapetados tras algún estereotipo demasiado gastado por la nota roja y por el paso del tiempo.


Por ello, lo sé o, tal vez, lo intuyo: no existe el ser humano que en el trajín de la vida a la sepultura permanezca ausente, inicuo, sin dejar huella. Siendo así, por ironía y paradoja, la gran mayoría de los que habitan estos rumbos obnubilados, me parece, no son los perversos que dejarán su huella criminal en las sombras de las habitaciones y de las vecindades (como lo imaginan los que temen al barrio). Esa huella no la dejarán ellos. Sin embargo, los que, con anticipación, los rechazan, los sancionan y los condenan (a la vez que denigran los estereotipo que sus "buenas conciencias" recrean a cada momento), sí lo harán, como ya lo hacen, sin ningún remordimiento, los políticos, los oligarcas neoliberales, los líderes sindicales, etcétera...

viernes, 29 de abril de 2011

OFICIOS EN EXTINCIÓN EN EL BARRIO DE TEPITO

Desde que apareció la "fayuca" (se dice que traída en un tráiler repleto de televisores, equipos de sonido y electrodomésticos -de procedencia extranjera y metidos ilegalmente al país-, que empezaron a ser fiados para que fueran vendidos al menudeo, en puestos ambulantes, por los propios vecinos del barrio de Tepito) en la calle de Tenochtitlán y en La Rinconada; y de que, poco después, la "piratería de marcas prestigiosas" surgió en la calle de Fray Bartolomé de las Casas y del mercado de chacharas... Esto, “por coincidencia”, desde que Miguel de la Madrid, durante su presidencia, dio inicio a la adopción del depredador neoliberalismo... Sistema económico que luego fue continuado por Carlos Salinas de Gortari, ejemplificado, entre otras de sus nefastas acciones, por la firma del nunca equitativo Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá... y extralimitado por Ernesto Zedillo, que acabó de privatizar las últimas empresas paraestatales posibles -afortunadamente no pudo vender las históricas empresas energéticas, las de electricidad y del petróleo-, hundiendo al país en una devaluación y una crisis interminables... continuadas por la presidencia del “cambio” (¡en reversa!) de Vicente Fox y ahora por el inepto Felipe Calderón (el de las manos limpias, pero demasiado ensangrentadas), quien, el año pasado, 2010, extinguió la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, echando a la calle a más de 40 mil trabajadores... Por todo ello, los oficios que otrora fueron parte de una cadena productiva que permitían cierta autosuficiencia económica del barrio de Tepito, gradualmente se han ido extinguiendo...

Treinta años después de haberse adoptado en México el neoliberalismo (en el que las descomunales ganancias monetarias de unos cuantos son el objetivo principal antes que el bienestar de la mayoría de los seres humanos empobrecidos por la instauración de bajos sueldos -lo que significa mano de obra barata disponible para las grades empresas- y por la falta de empleos), recrudecido en la práctica por la apertura indiscriminada de los mercados locales y por la importación de productos baratos y de mala calidad; miles de ellos elaborados por obreros mal pagados y con maquinarias modernas, en desigual oposición a los oficios establecidos y ejercidos en talleres familiares que producen, o producían, decenas o, si bien les va, centenas de sus productos artesanales de mucho mejor calidad...

Estos oficios, entre ellos los de hormeros y zapateros, con sus característicos talleres y herramientas, apenas subsisten o han terminado por desaparecer, a pesar de los esfuerzos de sus pocos sobrevivientes en un barrio en el que en cuartos de vecindad y pequeños locales, abundaron y alimentaron a cientos de familias... A las que hoy la saturación del comercio, legal o ilegal, no permite satisfacer sus necesidades diarias, marginándolas, acabando de encaminar, en un buen número de casos, a algunos de sus miembros hacia la delincuencia (si nos es que a toda la familia).



Tepito, abril 2011.




(FOTOGRAFÍAS PERTENECIENTES A LA SERIE OFICIOS EN EXTINCIÓN EN EL BARRIO DE TEPITO.)
 


         EL TALLER DE HORMAS

El hijo del hormero. Plata gelatina, 2003.


El horno para desflemar el blok de madera. Plata gelatina, 2003.




El altar del taller de hormas. Plata gelatina, 2003.

El maestro hormero. Plata gelatina. 2003.




El taller de hormas. Plata gelatina. 2003.
El antiguo torno para modelar hormas. Plata gelatina. 2003


El tornero. Plata gelatina, 2003.
El torno de acabado. Plata gelatina, 2003.

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