ASOMÁNDOSE A LA CALLE. DE LOS BENÉFICOS TALLERES DEDICADOS A LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TEPITO),

ASOMÁNDOSE A LA CALLE. DE LOS BENÉFICOS TALLERES DEDICADOS A LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TEPITO),
ASOMÁNDOSE A LA CALLE. DE LOS BENÉFICOS TALLERES DEDICADOS A LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN TEPITO.

Narrar y fotografíar

NARRAR Y FOTOGRAFIAR

para Cuauhtémoc García Arteaga, por su gran amistad.


Si me es posible comunicar, la palabra escrita y la imagen fotográfica me son vitales para lograrlo. Por ello, y por el intimo placer (egoísta, tal vez) que me produce hacer fotografía y cuento literario, abro este blog que me permitirá comunicarme y compartir estas vocaciones con familiares, amigos y, quizás, con algunos desconocidos que por curiosidad o por descuido entren en él.


Mi tema, inevitable para mí, es la ciudad y, en lo personal, mi barrio entrañable, que me ha llevado a realizar largos viajar sin abandonar mi habitación y, con ello, rondar entre sus calles y su arquitectura desmoronada y desteñida, vislumbrar sus entrañas, adentrarme en sus noches y sus amaneceres, en sus días opacos, umbríos y, en ocasiones, radiantes, aunque, muchas veces, éstos otorgan pocas esperanzas para esos seres escondidos, parapetados tras algún estereotipo demasiado gastado por la nota roja y por el paso del tiempo.


Por ello, lo sé o, tal vez, lo intuyo: no existe el ser humano que en el trajín de la vida a la sepultura permanezca ausente, inicuo, sin dejar huella. Siendo así, por ironía y paradoja, la gran mayoría de los que habitan estos rumbos obnubilados, me parece, no son los perversos que dejarán su huella criminal en las sombras de las habitaciones y de las vecindades (como lo imaginan los que temen al barrio). Esa huella no la dejarán ellos. Sin embargo, los que, con anticipación, los rechazan, los sancionan y los condenan (a la vez que denigran los estereotipo que sus "buenas conciencias" recrean a cada momento), sí lo harán, como ya lo hacen, sin ningún remordimiento, los políticos, los oligarcas neoliberales, los líderes sindicales, etcétera...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

GATO PACHUCO, BAILE CHIDO

Asociación Nacional de Pachucos y Rumberas.
El 20 de septiembre del 2011, durante el festejo del 8° Aniversario del Martes de Arte en Tepito, apareció Jesús Uvalle, mejor conocido como el Gato, reconocido bailarín de los ritmos populares, incluso distinguido en Homenaje Una Vida en la Danza 2011, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Llegó acompañado de siete excelentes bailarines y bailarinas, caracterizados por poseer el abolengo que se les otorga a quienes ejercen lo mejor del baile popular. Formaron cuatro parejas de pachucos y rumberas, con el Gato incluído, que nos trajeron a la mente las reminiscencias de las calles y las vecindades del barrio en el entorno pachuco de por ahí de los años cincuentas. Ni el danzón, ni el paso doble, ni el mambo, ni el cha-cha-cha, ni el swing, ni la guaracha, ni el son montuno, les son ajenos. Por supuesto, de inmediato imaginé que les acompañaba Germán Valdés, Tin Tan (19 de septiembre de 1915 - 29 de junio de 1973), y alguna que otra discreta rumbera de aquellos tiempos. Pero no era así, quienes acompañaban al Gato eran distinguidos y distinguidas integrantes de la Asociación Nacional de Pachucos y Rumberas. Llegaron dispuestos a dar una exhibición de poca madre, ¡chida! Y lo lograron.


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¡Tepito revivió en la cadencia de sus pasos rítmicos y sabrosos!



     Damas y caballeros, los pachucos y rumberas, hombres y mujeres, brillaron y por sí solos recordaron las tradiciones del Tepito que los tepiteños atesoran en el corazón. Aquél que se ha quedado sepultado bajo los miles de toldos y lonas del comercio, que ocultan las calles y los muros del viejo barrio (fiel alegoría del neoliberalismo rapaz de nuestros días). Aquél que apenas se vislumbra entre estructuras metálicas, los días martes, cuando descansan los comerciantes que se han apropiado del barrio mítico. Los mismo que ocultan a la vista (en la esquina que forman Vidal Alcocer y Eje Uno Norte) el foro de Martes de Arte en Tepito. Pero este día no pudieron evitar, precisamente por ser martes, la presentación del fino baile de salón que ofrecieron El Gato y la Asociación Nacional de Pachucos y Rumberas. 



    Por cierto, al finalizar su presentación, el Gato tomó el micrófono y se lamentó: narró que en días pasados había querido armar en la calle un pequeño puesto para vender algunas chacharas. El comerciante, que no era tepiteño, junto al que quiso colocarse no se lo permitió. Discutieron. Por la bronca que se armó, acudió el representante de los comerciantes ambulantes de esa zona, ¡que tampoco era tepiteño!, y de igual manera, a pesar de los alegatos del Gato, le negó el espacio para armar su puestecito. (Una alegoría más del neoliberalismo egoísta y depredador de nuestros días.)



     El Gato indignado, al terminar su narración, micrófono en mano, exigió: "¡Tepito para los tepiteños!" El público asistente le aplaudió solidario.



    Al poco rato, al apagarse la tarde, despidiéndose, lo vi bajar del foro y alejarse satisfecho por la exhibición de baile que habían ofrecido para sus amigos y vecinos, pero, seguro, pensé, se va con algo del sabor amargo que le ha dejado el saberse desplazado en el barrio del que es originario y del que se siente orgulloso.



Diego Cornejo Choperena

27/09/2011



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Galería - Fotografías, Diego Cornejo Choperena.

EL GATO, 
BAILE PACHUCO,
BAILE CHIDO

El Gato y Jorge Quiroz, viejo itinerante de tugurios y salones de baile.

La palomilla de la Asociación Nacional de de Pachucos y Rumberas.

Estampa de pachuco.

Baile mi reina.

Zapatito de charol.
Concepción Iguado y Oscar Luna.


El Gato y su pareja, Laura Arana Franco.

Chévere, tacón cubano.

Rumberas por siempre,.

Adelina Chacón Portillo y Pedro Luna López.

De lujo, la pluma en el sombrero, la flor en el ojal y los tirantes.

María Elena Lira Lara

El estilo de la rumbera al bailar.
El paso doble.
¡Sabor!

El dueño del paso con caché.

¡Úpale!

El placer del pachuco en el baile.

¡Un, dos, tres!

Breve descanso.

En las manos está el secreto del baile.

El pachuco bien vestido.
El público asistente.

¡Mambo! Concepción Iguado y Oscar Luna

Mamboleros.

Alegre del corazón y baile con esa intención.

¡Qué paso tan chévere!

¡Upale, esa es la manera de ejecutar el baile!

Una vuelta más

El estilo jamás se pierde.

Un pasito para acá.

Un pasito para allá.

El ritmo de la leontina 

¿Quién en Tepito no recuerda aquellos años?
Las florituras en el buen bailar.

A despedirse de la concurrencia.

Dignos representantes de las rumberas y los pachucos.